Sonia Vargas junto a su esposo e hijas, preadjudicatarios de las una de las 30 unidades habitacionales destinadas a trabajadores del ingenio La Esperanza, expresaron su felicidad al poder recorrer su vivienda y agradecieron “a todas las personas que lo hicieron posible”. Asimismo, desearon que “las entregas de viviendas continúen” porque aún quedan muchas familias a la espera de una casa propia.